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Europa, la OTAN y España ante el nuevo orden mundial, a debate en la Universidad Isabel I
El III Congreso de Defensa de la Universidad Isabel I analiza el papel de Europa, la OTAN y España
La Universidad Isabel I coordinó la tercera edición del Congreso de Defensa y Seguridad, centrado este año en "Europa y la reconfiguración del orden mundial". Durante dos días, expertos del ámbito académico, militar y administrativo debatieron sobre los retos que enfrenta Europa frente a la transformación del orden global, la guerra en Ucrania, el ascenso de China y el resurgimiento de los nacionalismos.
El rector Alberto Gómez Barahona inauguró el encuentro destacando la importancia del diálogo entre la universidad y las Fuerzas Armadas como espacios complementarios para proteger los valores democráticos. "Europa debe ser protagonista en la defensa de su libertad y bienestar", afirmó, y añadió que "la universidad tiene la responsabilidad de aportar conocimiento para enriquecer ese debate".
Por su parte, el coronel Francisco de Asís Ramírez, subdelegado de Defensa en Burgos, señaló que "la seguridad es un valor fundamental que sustenta todos los demás valores democráticos". El decano de la Facultad de Criminología, Reinaldo Batista Cordova, subrayó la necesidad de anticiparse a los desafíos futuros mediante la reflexión interdisciplinar.
El primer bloque del congreso abordó los retos geopolíticos del continente, con la conferencia de Mercedes Guinea Llorente, profesora de Relaciones Internacionales en la Universidad Complutense de Madrid. Bajo el título "La UE ante su mayor crisis de seguridad: el Libro Blanco de la Defensa. Preparación 2030", Guinea advirtió que "la fuerza se ha convertido en el lenguaje dominante de las relaciones internacionales" y que Europa enfrenta un conflicto híbrido constante, con miles de ciberataques mensuales, pero una defensa aún limitada en intensidad.
Según la experta, el Libro Blanco de la Defensa Europea propone una transformación profunda del modelo de seguridad común, incluyendo la creación de un Comisario Europeo de Defensa, la industrialización militar del continente y un fondo de 150.000 millones de euros para proyectos de cooperación. "Europa está rompiendo tabúes históricos y construyendo su propia política de defensa", afirmó, aunque advirtió que los resultados serán visibles a largo plazo.
En la mesa redonda, las profesoras Adela Alija Garabito y Virginia Saldaña Ortega, de la Universidad Nebrija, analizaron la posición de Europa en el nuevo equilibrio global. Alija destacó la reaparición de la rivalidad entre grandes potencias, con EEUU y China disputando la influencia mundial, mientras Europa busca definir un papel autónomo. Saldaña defendió una reforma institucional en la UE para superar la parálisis por unanimidad: "Europa no puede limitarse a reaccionar; debe liderar la defensa de sus valores democráticos y su modelo de cooperación".
La OTAN en la encrucijada
El segundo bloque abordó el papel de la OTAN frente a la fragmentación del sistema internacional. El coronel Carlos Latorre Darde explicó los programas de cooperación de la Alianza, señalando que "la OTAN y la Unión Europea son estructuras complementarias para garantizar la seguridad común". Sin embargo, reconoció las dificultades de coordinación y la influencia predominante de Estados Unidos en la toma de decisiones.
Durante la mesa redonda, moderada por Nuria Puentes Ruiz, docente de política europea en la Universidad Isabel I, los profesores Andrés de Castro García (UNED) y José Luis Pontijas Calderón (UC3M) discutieron los riesgos de una Alianza debilitada por tensiones internas. De Castro insistió en la necesidad de cohesión política y la renovación de élites europeas preparadas para afrontar los nuevos desafíos globales. Pontijas advirtió sobre una posible "era postatlántica": "Si Estados Unidos retira su apoyo, la OTAN podría verse obligada a replantear su papel o entrar en un periodo de hibernación".
Ambos coincidieron en que Europa debe asumir mayores responsabilidades estratégicas, acompañando el gasto en defensa con una visión política común.
España en el tablero global
El tercer bloque se centró en la estrategia de España en el contexto internacional. El coronel José Luis Calvo Albero, del Estado Mayor de Infantería, afirmó que España "ha pasado de ser un actor periférico a un socio fiable dentro del sistema internacional de seguridad".
Calvo Albero describió la situación actual como una "crisis sistémica, no solo geopolítica, sino también tecnológica, demográfica y social", y destacó el "despertar defensivo" de Europa impulsado por el aumento de los presupuestos militares. Según el coronel, España debe reforzar su cultura de defensa y vigilar tanto el flanco Este como el Sur, especialmente en el Sahel, el Magreb y el Golfo de Guinea. "Sin seguridad no hay libertad, y sin libertad no hay progreso", concluyó.
En la mesa redonda posterior, los profesores Tomás Gutiérrez Roa (CEDEU) y Víctor Rodríguez González (Universidad Isabel I) coincidieron en la necesidad de mayor inversión en capacidades tecnológicas, ciberdefensa e inteligencia artificial aplicada a la seguridad. Gutiérrez recordó que "la invasión de Ucrania marcó el fin del orden unipolar y el inicio de un escenario multipolar e inestable", mientras Rodríguez subrayó la importancia de "normalizar la prevención y gestión de la desinformación como pilares de la seguridad nacional".
La conferencia de clausura estuvo a cargo del coronel Gabriel Flores, jefe del Estado Mayor de la División San Marcial, quien explicó cómo se organiza el planeamiento militar dentro de la OTAN. Destacó que las decisiones se adoptan por consenso entre los 32 países miembros y que las amenazas actuales "son globales y requieren respuestas coordinadas basadas en la cooperación, disuasión y defensa preventiva".
Flores detalló que España lidera actualmente el Cuerpo de Valencia y mantiene despliegues permanentes en el flanco Este de Europa, incluyendo la División San Marcial con base en Burgos, demostrando su compromiso con la Alianza Atlántica.
El profesor Ricardo Gómez Laorga cerró la parte académica alertando sobre la crisis del modelo occidental y el auge de los conflictos híbridos. Destacó el papel de actores privados o mercenarios como Wagner o African Corps, y de la desinformación como "formas de amenaza que ponen en riesgo la estabilidad democrática tanto como las armas convencionales".
La coordinadora de Investigación de la Universidad Isabel I, María Hernández Moreno, agradeció la colaboración del Ministerio de Defensa y de los ponentes, resaltando el valor del conocimiento como herramienta de prevención. "Estos encuentros buscan divulgar información objetiva y rigurosa, más allá de opiniones personales", señaló. Hernández celebró el éxito de esta tercera edición como "una muestra del compromiso de la Universidad Isabel I con la investigación y la difusión de la cultura de defensa", e instó a seguir fortaleciendo la relación entre ciencia, seguridad y sociedad civil.
El III Congreso de Defensa y Seguridad concluyó con un mensaje compartido por las fuentes de la Universidad Isabel I: "Europa enfrenta una encrucijada histórica. La guerra ha vuelto a su territorio, las potencias globales compiten por la hegemonía y el equilibrio de poder se redefine". "Entre la dependencia de Estados Unidos y la aspiración a la autonomía estratégica, el futuro europeo dependerá de su capacidad para combinar unidad, innovación y valores democráticos", finalizaron.
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