La nueva Corte de Honor que representará a la ciudad ha sido elegida entre 72 candidatas en una Gala que se ha celebrado en el Teatro Principal.
El proyecto BB Miradas analizó a 100 niños de los que un 20% presentó síntomas de alerta de autismo
De los niños que han finalizado el programa, que en abril cumplió un año, solo dos han sido diagnosticados.
El proyecto BB Miradas, un programa para la detección precoz del TEA que coordinan de la mano la Fundación Miradas, Autismo Burgos y el Hospital Universitario, ha hecho balance de su primer año de vida, desde que comenzaran en abril de 2017 a recibir a niños. En este periodo, se han analizado un total de 100 niños de los cuales 22 han presentado síntomas de alerta en su desarrollo o de posibilidades de padecer autismo.
A partir de esa detección precoz que da la posibilidad de que esos 22 niños tengan autismo, ha actuado el Programa de Intervención Específico y especializado. Este proceso se lleva a cabo con el apoyo de un/a profesional experta en atención temprana en infancia con alteraciones en su desarrollo. Una vez finalizado, solo se han detectado dos casos de TEA en lo que va de año.
El proyecto BB Miradas atiende actualmente unos 11 bebés nuevos por mes que son derivados de las propias familias que ya cuentan una persona con autismo o por el propio Hospital por presentar factores de riesgo de desarrollo de TEA, o por Pediatrías de los Centros de Salud. Cabe recordar que también son analizados niños que no tienen antecedentes y que, en principio, tampoco presentan riesgo de desarrollar este trastorno.
Las expectativas desde el proyecto, que a nivel médico codirigen los doctores en neuropediatría Montes Hortigüela y David Conejo, son que en febrero de 2019 serán 200 los bebés atendidos, siempre y cuando la tasa de incorporación siga con lo evidenciado.
Tras varios días de lluvia, Burgos celebra el domingo de resurrección
La Cofradía decide no salir por el mal tiempo y convierte el templo de Santa Águeda en un espacio de fe y emoción compartida.
La lluvia impide la salida de la procesión, pero no apaga la fuerza simbólica del fuego y la luz como signo de esperanza en el Sábado Santo.