Roca Rey, máxima figura del toreo, primer paseíllo en Castilla y León en una cita imperdible en Burgos

El torero peruano actuará el 29 de junio en la Feria de San Pedro y San Pablo junto a Joselito Adame y Jarocho

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Roca Rey, máxima figura del toreo, primer paseíllo en Castilla y León en una cita imperdible en Burgos
El autor esVerónica Fernández Ramos
Verónica Fernández Ramos
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El próximo domingo 29 de junio, Día de San Pedro, el Coliseum de Burgos vivirá un acontecimiento que ya ha despertado enorme expectación entre los aficionados: Andrés Roca Rey, considerado de forma unánime como la máxima figura del toreo en la actualidad, hará su primer paseíllo de la temporada en Castilla y León, y lo hará en el marco incomparable de la Feria de San Pedro y San Pablo.

Con solo 28 años, Roca Rey ha revolucionado el toreo contemporáneo. Su capacidad para llenar plazas en cualquier rincón del mundo, su entrega sin medida en cada tarde y su conexión única con el tendido lo han convertido en un auténtico fenómeno de masas. Hablar de él es hablar del presente y del futuro inmediato de la tauromaquia, y por eso su comparecencia en Burgos se presenta como una fecha marcada en rojo en el calendario de todos los amantes del toreo.

La cita no podía tener un marco mejor: la corrida del día grande de la ciudad, que dará comienzo a las 19:30 horas. Junto a Roca Rey, completan el cartel dos nombres de gran proyección y solvencia: Joselito Adame, el torero mexicano más importante de los últimos tiempos, y Jarocho, joven promesa burgalesa que se presentará como matador ante su afición en una tarde clave para su carrera. El encierro correrá a cargo de la prestigiosa ganadería de El Parralejo, hierro de garantías que figura en las principales ferias del circuito.

La empresa Tauroemoción, al frente del coso burgalés, ha logrado reunir un cartel de enorme atractivo para una fecha tan señalada, con el aliciente de que será la primera vez esta temporada que Roca Rey actúe en Castilla y León. Una comparecencia muy esperada que promete emociones fuertes y que, sin duda, contribuirá a consolidar la Feria de San Pedro y San Pablo como una de las más relevantes del verano taurino.

En un momento en el que la Fiesta necesita de figuras que arrastren al público, el torero limeño se ha convertido en ese imán capaz de movilizar a miles de personas, tanto aficionados como nuevos públicos. Su presencia en Burgos supone un espaldarazo para la feria y para la afición castellana, que tendrá por fin la oportunidad de ver en directo a quien muchos ya comparan con los grandes mitos del toreo.

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