Este próximo sábado, en el encuentro entre el San Pablo Burgos y el Tecnyconta Zaragoza, el Coliseum alcanzará el medio millón de usuarios desde que se inaugurara en el mes de junio de 2015. Una instalación que ha ido solventando carencias en función de sus necesidades, sobre todo deportivas, pero que aún tiene muchas tareas pendientes que resolver. 

En el enésimo acto simbólico, el alcalde, Javier Lacalle, ha descubierto este viernes una placa conmemorativa de estos 500.000 usuarios. A dicho encuentro han acudido representantes del San Pablo Burgos, de la empresa concesionaria de los espectáculos taurinos, Tauroemoción, y otros agentes patrocinadores y dinamizadores de la instalación. 

Lacalle ha sacado pecho del buen resultado que está dando el Coliseum, si bien ha reconocido que aún faltan distintos aspectos que se deben mejorar. El más importante es la reforma de aseos en la parte de arriba, un proyecto que podría ser aprobado en esta última parte del año para iniciar las obras de manera seguida, que tienen una duración de 4 meses y que costarán medio millón de euros. 

Junto a esa actuación resta la insonorización del recinto para reducir su reverberación, intervención que requerirá de financiación privada que se dará a conocer en unos días, la construcción de una sala de prensa, que estará lista en dos semanas, y la ampliación de los videomarcadores, que podrían estar disponibles a finales de año. 

Cabe recordar que hace apenas dos meses que se recepcionaron las obras de la enfermería, que tuvieron un retraso en su ejecución de más de un año, y que ún faltan distintas actuaciones de revenstimiento. Del mismo modo, es de justicia reconocer que fue el San Pablo Burgos quien se ha encargado de mejoras en las gradas inferiores y ha colaborado económicamente en la implantación de pistolas de acceso al rescinto.