Las exmonjas de Belorado han presentado ante la Ertzaintza una denuncia por los actos vandálicos detectados en el monasterio de Derio (Bizkaia), uno de los tres conventos cuya titularidad mantienen en litigio con el Arzobispado de Burgos tras su salida de la Iglesia católica. Durante una visita rutinaria, la comunidad encontró muebles, elementos litúrgicos y varias obras decorativas destrozadas, según confirmó su portavoz, Francisco Canals.

La denuncia se formalizó el pasado 20 de noviembre, después de que las religiosas documentaran con vídeos y fotografías el estado del inmueble. En las imágenes se observan ventanas y puertas forzadas, cerraduras reventadas, suciedad y cuantiosos desperfectos en el mobiliario. También se registraron daños en cuadros y tallas, aunque, según Canals, ninguna pieza de valor artístico o protegida por catálogo.

Lo que más preocupa a la comunidad es la destrucción selectiva de objetos litúrgicos, algo que consideran indiciario de un delito de odio. El portavoz señala que los responsables "han ido rompiendo uno por uno" estos elementos y añade que incluso se halló una pequeña fogata en el interior del convento. A juicio de las exreligiosas, la disposición de algunos objetos sugiere que podrían haberse realizado rituales de carácter satánico, aunque la investigación policial deberá determinar este extremo.

La comunidad está integrada por trece monjas, entre ellas cinco religiosas mayores —no excomulgadas— y ocho exmonjas consideradas cismáticas. Se reparten entre los monasterios de Belorado (Burgos) y Orduña (Bizkaia), lo que dificulta, según Canals, la vigilancia del inmueble de Derio, deshabitado desde hace años. Afirman que es la primera vez que sufren un ataque de estas características y no descartan que esté relacionado con la crisis interna originada tras su decisión de abandonar la Iglesia en mayo de 2024.

Este incidente se conoce en un momento especialmente sensible para la comunidad, después de que la Guardia Civil registrara los conventos de Belorado y Orduña en el marco de una investigación por la venta irregular de obras de arte. En aquella operación se incautaron una treintena de piezas y fueron detenidas la exabadesa y otra exmonja, ambas investigadas por un presunto delito de apropiación indebida de bienes de interés cultural.