Blanquinegros y Rojipardillos: realidades contrapuestas del fútbol burgalés

Mientras que el Burgos C.F. es colíder de Segunda B siendo el único equipo imbatido de las tres categorías más altas del fúbol español, el Real Burgos malvive en Tercera siendo el más goleado en categoría nacional. 

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Blanquinegros y Rojipardillos: realidades contrapuestas del fútbol burgalés
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Nunca hubo una rivalidad eterna entre el Real Burgos C.F. y el Burgos C.F. más allá de la que deja la nostalgia de los amantes del fútbol en la ciudad. De hecho, ambos compartieron aficionados que viraron en función del equipo que campara en lo más alto o, directamente, existiera. Los colores blanquinegros han teñido la capital castellana en las últimas dos décadas, pero el ascenso de los rojipardillos a Tercera División el pasado año ha abierto una pequeña herida que no parecía existir. 

 

Todo comenzó a finales de la temporada pasada. Mientras que el Real celebraba por todo lo alto un más que merecido ascenso, el Burgos C.F. sudaba para mantenerse en Segunda B en una campaña para olvidar. Así, Juan José Gallego, presidente de los rojipardillos, pidió el uso compartido de El Plantío en el regreso de su equipo a Tercera División. 

 

La guerra fría estalló y el Ayuntamiento, dueño del estadio, se vio obligado a mediar en esas disputas por un terreno de juego. Al final se impuso la ley del más fuerte: el Burgos C.F. firmó un convenio por dos años para un uso exclusivo al ser el equipo de mayor categoría que lo había solicitado. El Real Burgos, por su parte, debería jugar en San Amaro y compartir campo con el Aparejadores de rugby y con el Bupolsa. 

 

Puede que en esa lucha por volver a un sitio que perdió hace más de 20 años, Juan José Gallego olvidó fichar jugadores para su nuevo proyecto. A día 15 de agosto, a tan solo 12 días para comenzar la Liga, el Real Burgos contaba solo con 7 jugadores, lo que hacía presagiar una hecatombe en el inicio de la temporada. Y así fue. 

 

A pesar de que, finalmente, la llegada de nuevos hombres a última hora permitió a los rojipardillos empezar la campaña con 12 jugadores, las sensaciones no fueron las mejores y cayeron frente a la Bañeza por 8-2. El resto de jornadas no ha sido mucho mejor y el Real Burgos es el equipo más goleado de las categorías nacional con 22 tantos en contra. La llegada de seis futbolistas mexicanos, que siguen sin resolver sus problemas burocráticos, podrían resolver la situación, aunque todo parece indicar que será una temporada difícil para ellos. 

 

En el otro extremo del fútbol burgalés se encuentra el Burgos C.F. Colíder junto con el Mirandés, es el único equipo de 1ª, 2ª y 2ªB que aún no ha encajado un gol. A eso hay que sumarle las buenas sensaciones que el conjunto de Patxi Salinas está dejando en el terreno de juego, lo que hace soñar a la afición con la fase de ascenso. 

 

Además, la llegada el pasado diciembre de la nueva directiva, encabezada por el empresario Gonzalo Antón, ha provocado una fase de expansión económica para los próximos años que comenzaría con la conversión en S.A.D y un impulso financiero de varios empresarios locales. Una buena temporada engancharía a una afición deseosa de volver a tener un equipo en la élite. 

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