Ejercerá su derecho de defensa contra la "falsedad" que atribuye a las acusaciones de coacciones, revelación de secretos y administración desleal
Guerra abierta entre Lacalle y la oposición
El alcalde no incluye en el Pleno la propuesta conjunta que planteaba una reprobación hacia su gestión y los grupos proponentes le acusan de "dictador".
Si por algo que se ha caracterizado siempre Javier Lacalle es por conocer siempre una pequeña ventana, aunque sea el mayor y más minúsculo recobeco, para salir siempre airoso de todo. Aunque lo que tenga que hacer frente sea, en realidad, parte del juego político. El alcalde volvió a hacer de las suyas evitando que la oposición presentara una proposición conjunta en la que se reprobaba su manera de gestionar el Ayuntamiento durante toda la legislatura y más concretamente en los últimos meses. Para redondear su quiebro, les acusó de hacer el ridículo y reconocía que la guerra electoral estaba abierta.
Lo demostró además Lacalle centrando sus ataques en Ciudadanos, un partido que, si las encuestas no fallan, es más que probable que le rasque bastantes votos. Tal vez por eso aseguró que "la foto de la señora Bañeres con las fuerzas de izquierda, e incluso de la izquierda radical, será, desde este momento, la mejor imagen sobre dónde está cada uno para la campaña electoral y deja claras las cosas a los burgaleses para el 26 de mayo".
El campo de batalla, la carrera por la alcaldía dio de esta forma su pistoletazo de salida más sonoro. El estruendo provocado por Lacalle no tardó en ser respondido por una oposición cansada, harta de un alcalde que había vuelto a esquivar el tiro con gallardía. PSOE, Imagina y Ciudadanos, a pesar de que la actitud del primer edil les da la razón en su propuesta, siendo la prueba más palpable de que lo que dicen es cierto, anunciaron un nuevo contraataque en forma de moción de urgencia.
No obstante, los tres grupos proponentes no desaprovecharon la ocasión para asegurar que Javier Lacalle ha cruzado una línea roja, un hecho sin precedentes en el Ayuntamiento de Burgos. Un comportamiento, aseguran, "soberbio y autoritario", calificativos que la portavoz de Imagina, Eva De Ara, ha asegurado que son "propios de un dictador y un tirano".
Así las cosas, el río comienza a revolverse a tres meses de una desembocadura: las Elecciones del 26 de mayo. Lacalle siempre se ha mostrado muy cómodo en los torrentes, pero quien sabe si esta vez se confía demasiado y termina encallado en una piedra.