De Clinton a Biden, la historia de encuentros entre mandatarios refleja amistades inesperadas, frialdad diplomática y la actual ruptura por la guerra en Ucrania
Putin y los presidentes de EE.UU: un recorrido de tensiones y camaradería durante 25 años
De Clinton a Biden, la historia de encuentros entre mandatarios refleja amistades inesperadas, frialdad diplomática y la actual ruptura por la guerra en Ucrania
La cumbre de Alaska entre el presidente ruso, Vladímir Putin, y su homólogo de EE.UU, Donald Trump, será la primera reunión entre mandatarios de ambos países en más de cuatro años de tensiones a raíz del inicio de la guerra de Ucrania en 2022.
En los últimos 25 años Putin ha tratado con cinco presidentes estadounidenses, mientras que EE.UU. solo tenido contacto con dos líderes rusos -Dmitri Medvédev fue jefe de Estado entre 2008 y 2012-, y las relaciones personales entre los distintos líderes han estado marcados por los fuertes contrastes.
Desde la amistad con Bush hijo a la camaradería con Clinton o Trump, pasando por la frialdad con Obama y la abierta hostilidad con Biden.
Bill Clinton, breve pero prometedor
El primer dirigente estadounidense con el que se reunió Putin fue Bill Clinton, en verano del año 2000, un presidente entrante y otro saliente. En la agenda figuraban las reformas económicas y las guerras en Kosovo y Chechenia, encuentro del que el jefe del Kremlin guarda, pese a todo, un grato recuerdo.
El plato fuerte fue la cuestión del despliegue de misiles por parte de EE.UU., medida con la que Putin quiso cooperar con la Casa Blanca, pero que sin embargo ahora dice ser una amenaza contra su país.
"Ninguna puerta debe cerrarse a Rusia, ni la de la OTAN ni la de la Unión Europea", dijo Clinton, poniendo como hipotéticas fechas de ingreso 2015 o 2020.
Después de esa cumbre en el Kremlin, Putin volvió a reunirse con Clinton un mes más tarde, en Japón, en el marco del G8.
George W. Bush, una gran amistad
Justo un año después, Putin se reuniría con George W. Bush en Eslovenia, iniciando la primera relación de camaradería con un dirigente republicano. "Pude ver su alma (al mirarle a los ojos): la de un hombre profundamente dedicado a su país", declaró Bush en una famosa frase.
Tras los ataques del 11 de septiembre de 2001 contra Nueva York, Putin le ofreció a su homólogo toda su colaboración en la guerra contra el terrorismo.
Sin embargo, la relación se estropeó en cuanto EE.UU se retiró a finales de ese año del tratado que le permitía el despliegue de un escudo antimisiles en Europa Oriental.
En 2003, la invasión de Irak por parte de Estados Unidos fue condenada por el Kremlin, quien también acusó a los americanos de patrocinar la Revolución Naranja en Ucrania.
Pero la degradación de las relaciones entre Rusia y EE.UU. no impidió a ambos presidentes reunirse más de una veintena de veces, incluyendo visitas de Putin al rancho en Texas de Bush y tardes de pesca en Australia.
Barack Obama, un peligroso enfriamiento
La administración demócrata trató de reiniciar las relaciones con Rusia, aprovechando que era presidida por Medvédev, con Putin como primer ministro, pero la luna de miel fue breve.
Obama vio con malos ojos el retorno de Putin en 2012 al Kremlin, donde lanzó una campaña de represión de la oposición democrática, al tiempo que se anexionó la península ucraniana de Crimea y apoyó la sublevación armada prorrusa en el Donbás.
El primer encuentro entre Putin y Obama tuvo lugar en 2009, en la residencia campestre de Novo Ogariovo, en las afueras de Moscú. Le seguiría otra decena de reuniones, la última en Lima, tan sólo dos días antes de la victoria de Trump en las presidenciales de 2016.
La tensión en las reuniones entre Putin y Obama fue siempre visible y captada repetidamente por las cámaras de televisión.
Donald Trump, el candidato del Kremlin
El primer cara a cara con Trump fue en 2017, en una reunión del G20 en Alemania, después de que los servicios secretos estadounidenses acusaran a Rusia de injerencia en las elecciones presidenciales.
Trump, que negó repetidamente toda interferencia rusa, no escondió su admiración por Putin, que deseaba la derrota de la candidata demócrata, Hillary Clinton, a la que acusó de apoyar las protestas opositoras rusas contra el fraude electoral de 2011.
Se vieron tres veces más, aunque la única cumbre se celebró en junio de 2018 en Helsinki. Ese mismo año Trump canceló una reunión con Putin que debía producirse tras la cumbre del G20 en Buenos Aires tras un incidente marítimo entre rusos y ucranianos en el mar Negro.
La última vez que se vieron fue en Osaka en 2019, también en una reunión del G20, encuentro marcado por el papel ruso en el conflicto armado del Donbás.
Joe Biden y la congelación de relaciones
La única reunión entre Putin y Joe Biden se produjo en junio de 2021 en Ginebra después de que en abril pasado el ejército ruso concentrara decenas de miles de tropas en la frontera con Ucrania.
A pesar de la aparente cordialidad, la relación estaba viciada de inicio -Biden le llamó "asesino" tres meses antes- y la cumbre únicamente retrasó el comienzo de la guerra hasta febrero del año siguiente.
Posteriormente, con el inicio de la campaña militar rusa y la congelación de la cooperación bilateral, la relación entre ambos mandatarios alcanzó su punto más bajo desde la caída de la URSS en 1991.
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