El Ayuntamiento de Burgos ha comenzado ya a trabajar en la segunda fase de remodelación de la llamada Vía Verde Santander-Mediterráneo, que recorre el entorno exterior de la ciudad a la altura de la circunvalación y que es ampliamente utilizado por viandantes y ciclistas. De esta forma, se vendría a completar una primera acción en dicho vial, que supuso la reforma entre la calle Ventosa y el paso superior de la BU-30.

En esta ocasión, se pretende alargar hasta el final del término municipal de Burgos, concretamente hasta Cardeñadijo, lo que supondrá una actuación de 2.180 metros de longitud. No obstante, en esta ocasión el ancho no permitirá la separación de viajes para peatones y ciclistas, sino que ambos colectivos tendrán que convivir en el mismo. 

Para el firme se utilizarán las llamadas 'mezclas bituminosas' que está utilizando el propio Ayuntamiento para el asfaltado de muchas calles, al tiempo que se realizará una limpieza en la vegetación de las cunetas, con una siembre de herbáceas en las nuevas con especies como los endrinos, espinos o avellanos. 

Del mismo modo, se renovará todo el mobiliario urbano de las tres zonas estanciales que existen en este tramo de la vía verde, con un nuevo modelo antivandálico de estética rústica conformado por bancos, mesas y papeleras de madera. El presupuesto para el proyecto será de 250.000 euros y deberá ser redactado en 4 meses.