El arzobispo de Burgos señala que el nuevo Sumo Pontífice tiene un "perfil muy llamativo" y desea que pueda volver a visitar España en algún momento
El Gobierno Municipal deja tarea para septiembre ¿Cuáles son las asignaturas pendientes?
La solución al problema de la deuda del Consorcio de Villalonquéjar, los pactos con el PSOE y los problemas internos son los deberes de Javier Lacalle.
El alcalde de Burgos, Javier Lacalle, ya está de vacaciones. El primer edil se marcha todo el mes de agosto y se libera de preocupaciones. Sin embargo, que uno huya de los problemas no quiere decir que desaparezcan por completo. Por eso, como los malos estudiantes, tendrá que recuperar varias de las asignaturas que ha dejado pendientes en septiembre, y ninguna de ellas le va a resultar tarea sencilla.
CONSORCIO DE VILLALONQUÉJAR
Esta es más una tarea de Salvador De Foronda, que es quien actualmente está llevando las negociaciones con las entidades financieras para la reestructuración de la deuda. Una propuesta que fue rechazada el pasado viernes en el Pleno Municipal por parte de todos los grupos. Le toca al concejal de Hacienda seguir negociando las condiciones económicas ventajosas y también con PSOE y C's.
Y es que tanto los socialistas como los naranjas quieren convertirse en el elemento clave en este asunto. La pretensión de Ciudadanos es traspasar los activos a la Sociedad de Promoción y así ganar autonomía y poder de decisión. Una propuesta con la cual Foronda ya ha mostrado su disconformidad y que, de salir adelante, podría suponer su renuncia al Consorcio.
La otra opción, que plantea el PSOE, es más complicada, no desde el punto de vista económico, ya que serían partidarios de la reestructuración que plantea el PP, sino política. Y es que los socialistas condicionan la dimisión del alcalde a su voto favorable, algo del todo imposible.
NEGOCIACIONES CON LA OPOSICIÓN
Esta sería, visto lo visto, la segunda gran tarea del Equipo de Gobierno para septiembre. Ya no solo para decidir el futuro del Consorcio de Villalonquéjar, sino también el de la legislatura al frente del sillón municipal. Y es que Lacalle deberá optar o por Ciudadanos o por el PSOE como socio para poder manetenerse en la alcaldía.
La opción de Ciudadanos es la más cómoda para Javier Lacalle. De hecho, ya ha optado por ella en dos ocasiones, convenciéndoles de que cumpliría todos los acuerdos aunque finalmente hiciera las cosas a su manera. Sin embargo, Bañeres ya no está por la labor de más regates y en el tema del Consorcio no va a ceder a nada que no sea su propuesta. Pero los naranjas no gozan del visto bueno del resto de miembros del Gobierno, sobre todo de Foronda, quien es más partidario de llegar a un acuerdo con el PSOE.
El problema es que una especie de división en el Grupo Socialista bloquea una huida hacia adelante del Gobierno. Según fuentes municipales, Antonio Fernández Santos y Nuria Barrio son partidarios de apoyar la propuesta de Foronda. Sin embargo, De la Rosa encabeza una postura 'Sanchista' de no facilitar las cosas al PP y que sigue a pies juntillas el resto de bancada.
PROBLEMAS EN EL EQUIPO DE GOBIERNO: EL RELEVO DE LACALLE
Por si fuera poco, Javier Lacalle no solo tiene problemas fuera de casa, sino también dentro. Y es que su partido parece totalmente roto, más aún desde los cambios que han llevado a retirar la portavocía a Gema Conde para entregársela a Carolina Blasco. Una estrategia que ha gustado poco tanto en el PP como tampoco en la oposición, ya que no confían en la capacidad negociadora de la nueva portavoz.
En los grupos de la oposición hay quien piensa que esta decisión da pistas sobre quién será el sustituto -o sustituta en este caso- de Javier Lacalle como candidato a la alcaldía. Sin embargo, aún quedan dos años para las siguientes elecciones y fuentes del PP consultadas por TRIBUNA BURGOS no tienen muy claro que Blasco sea la elegida.
De hecho, estas mismas fuentes apuntan a una especie de prueba de fuego forzada por Lacalle, sacándola de su zona de confort para exponerla más ante la opinión pública. De esta manera, la portavocía podría quemar a Carolina Blasco con una oposición totalmente en contra y con la que es incapaz de llegar a acuerdos. O, por otro lado, salir reforzada de esta complicada situación y ganarse a pulso ser la próxima candidata.
Lo cierto es que en septiembre comenzarán los dos últimos años de una legislatura que no ha decepcionado hasta el momento y que se presenta apasionante en su recta final.
La plantación de coníferas y frondosas en una superficie de 49,52 hectáreas absorberá en los próximos 50 años 6.451 toneladas de CO2
Ejercerá su derecho de defensa contra la "falsedad" que atribuye a las acusaciones de coacciones, revelación de secretos y administración desleal
La nueva presidenta destaca su experiencia como jueza de menores y apuesta por una justicia más cercana