A pesar de un retraso en las obras de casi 7 meses, el alcalde de Burgos, Javier Lacalle, no parece preocupado con el hecho de que la Enfermería del Coliseum aún no esté operativa. Todo lo contrario, asegura que "no afecta en absoluto" a las actividades que allí se realizan y ha señalado que, en su opinión, ni siquiera "era necesaria". 

Para más inri, el retraso en estas obras, que comenzaron hace casi un año y que deberían haber sido terminadas antes de los Sampedros de 2017, Lacalle no ve necesario una sanción a la empresa encargada de las mismas, Viales y Obras Públicas, la cual ya pidió una prórroga que también ha incumplido, pasándose en este caso en casi cinco meses. 

El alcalde se ha mostrado tranquilo con el devenir de esta intervención, asegurando que "en cuanto se resuelvan los problemas técnicos estas obras se concluirán", aunque no ha puesto ninguna fecha sobre la finalización: "Lo importante es que se acaben".