La Fundación Atapuerca y la Universidad de Burgos (UBU) han anunciado un ambicioso proyecto para desarrollar una nueva asignatura denominada Autoecología Social Humana, que se impartiría desde Infantil hasta la etapa universitaria. La iniciativa pretende abordar la relación entre las personas, la tecnología y el medio ambiente desde una perspectiva evolutiva.

Ambas instituciones trabajan en la elaboración de un Libro Blanco de entre 60 y 70 páginas, que esperan entregar al Ministerio de Educación durante el verano, con el objetivo de que sea valorada su inclusión en los currículos oficiales de Infantil, Primaria, Secundaria y Bachillerato, proyectando también su impacto en la educación superior.

Durante la presentación del protocolo de actuación entre la Fundación Atapuerca y la UBU, el vicepresidente de la Fundación y director del Centro de Investigación Emiliano Aguirre, Eudald Carbonell, destacó que la iniciativa busca "promover un cambio cultural" y convertir el concepto de Autoecología Social Humana en un eje transversal de investigación y adaptación tecno-social al cambio climático.

El rector de la UBU, José Miguel García, y el vicerrector de Relaciones Institucionales, Cultura y Proyección Social, Delfín Ortega, señalaron que el Libro Blanco será un análisis profundo del fundamento científico y curricular de la asignatura, integrando la investigación académica con su transposición a los programas escolares. Ortega explicó que la propuesta permitirá actualizar los currículos, vinculando la prehistoria y la evolución humana con decisiones relevantes para el presente y el futuro.

Además del desarrollo de esta asignatura, el protocolo establece otras líneas de trabajo como la creación de programas formativos y microcredenciales orientados al tejido social y productivo, así como la promoción de proyectos de turismo de evolución patrimonial con alcance nacional e hispanoamericano.

El convenio, con una vigencia inicial de cuatro años prorrogables, se ejecutará mediante convenios específicos que definirán proyectos concretos y contará con una comisión mixta de seguimiento formada por representantes de ambas instituciones.

Con este acuerdo, la UBU y la Fundación Atapuerca refuerzan su compromiso con la investigación científica, la innovación educativa y la transferencia social del conocimiento, consolidando a Burgos como un referente internacional en estudios sobre evolución humana y su aplicación a los retos del siglo XXI.