El Recoletas Salud San Pablo Burgos rozó la proeza en el WiZink Center, donde llegó a dominar buena parte del encuentro ante el Real Madrid, aunque finalmente cayó por 90-80 frente al vigente campeón. A pesar del resultado, los burgaleses firmaron una actuación brillante que puso en aprietos a un rival histórico y dejó grandes sensaciones en su regreso a la ACB.

El conjunto dirigido por Bruno Savignani no se dejó intimidar por el ambiente ni por el rival. Tras un arranque fuerte de los blancos, liderados por el joven Gabriele Procida, los burgaleses se soltaron los complejos y comenzaron a creer en sus opciones. Jhivvan Jackson y Yannick Nzosa mantuvieron al equipo en el primer cuarto, mientras que un triple de Leo Meindl y una canasta de Luke Fischer colocaron al San Pablo por delante mediado el segundo periodo.

El empuje visitante no fue efímero: con Silvio de Sousa sólido en la pintura y acierto exterior, los de Burgos se marcharon al descanso cinco puntos arriba (41-46), tras un tramo final de primera mitad sobresaliente.

En la reanudación, el San Pablo Burgos llegó a situarse ocho puntos por delante tras dos triples consecutivos de Jermain Samuels, obligando al Real Madrid a reaccionar. Los locales, guiados por Facundo Campazzo, igualaron el marcador antes del último cuarto (68-68).

En los minutos decisivos, el cansancio y la experiencia marcaron la diferencia. El Real Madrid, empujado por su afición, consiguió abrir una brecha definitiva con un parcial favorable y cerró el duelo para igualar el récord histórico de 33 victorias consecutivas en casa.