La guerra en Ucrania cumple tres años y medio entre combates estancados y una atención mundial dispersa

Moscú asegura que la toma del Donbás está cerca, pero los analistas advierten que la ofensiva podría prolongarse hasta 2026

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La guerra en Ucrania cumple tres años y medio entre combates estancados y una atención mundial dispersa
Bandera de Ucrania.
El autor esTeresa Sánchez
Teresa Sánchez
Lectura estimada: 3 min.

La guerra en Ucrania cumple este domingo tres años y medio sin que Rusia muestre interés en poner fin a los combates y con la atención mundial dispersa, centrada en otros conflictos y en parte resignada a los pasos que Putin quiera dar. El principal argumentario del mandatario ruso ahora en las negociaciones de paz es que la victoria está a la vuelta de la esquina, algo que los escasos avances en la actual batalla por el control de Donetsk ponen en duda.

Según la prensa estadounidense, el presidente ruso, Vladímir Putin, aseguró la semana pasada en Alaska a su homólogo estadounidense, Donald Trump, que Moscú podría conquistar en breve todo el Donbás.

Por su parte, el ejército ucraniano, afectado por una crónica falta de hombres, no tiene actualmente opciones de recuperar el terreno ocupado. Esto lo reconoce el propio presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien se niega a aceptar las exigencias territoriales del Kremlin, que equivaldrían a una capitulación.

SUPERFICIE

El ejército ruso ocupa aproximadamente 115.000 km² de territorio ucraniano, menos que la superficie de Grecia (131.000 km²) o Nicaragua (130.000 km²), y apenas un 20 % del total del país.

En realidad, un tercio de este territorio -la península de Crimea y las zonas prorrusas de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk- ya estaba bajo control ruso antes del inicio de la campaña militar el 24 de febrero de 2022.

En el caso del Donbás, Moscú controla unos 46.500 km², por lo que aún le faltarían unos 6.500 km² en Donetsk para dominar toda la región. Además, las tropas rusas han tomado más de 400 km² en las regiones norteñas de Járkov y Sumi, con el objetivo, según Putin, de crear una franja de seguridad.

Mientras tanto, Ucrania perdió en mayo el control sobre parte del territorio que había tomado en agosto de 2024 en la región rusa de Kursk, que llegó a alcanzar 1.400 km².

GUERRA DE DESGASTE

Días antes de la cumbre de Alaska, las tropas rusas lanzaron una atrevida operación que permitió trazar una cuña de diez kilómetros de profundidad en Donetsk. No se trató de unidades mecanizadas, sino de destacamentos avanzados.

Ucrania afirma haber rechazado dicho avance, diseñado para superar la línea fortificada de varias decenas de kilómetros entre Pokrovsk, Kostantínivka, Druzhivka, Sloviansk y Kramatorsk, la zona más militarizada de los más de mil kilómetros de frente.

En la última semana, Moscú ha informado sobre la toma de varias localidades situadas entre Pokrovsk y Kostantínivka, lo que indica que la operación sirvió para detectar puntos débiles en las defensas ucranianas, donde las deserciones son un problema importante.

Aunque los rusos aún no han logrado asediar Pokrovsk, combaten en los arrabales al sur de la ciudad y bombardean incansablemente Dobropilia, que conecta con una carretera hacia Kramatorsk. Los analistas advierten que, al ritmo actual, Moscú tardará meses solo en acercarse a las plazas fuertes del norte de Donetsk. Zelenski estima que podrían ser necesarios cuatro años para que Rusia tome el tercio de la región que aún está bajo control ucraniano, calificando de "cháchara" los pronósticos de ocupación para finales de año.

¿OTRO AÑO MÁS?

El pesimismo predomina entre los expertos: lo más probable es que los combates continúen en 2026, ya que Putin no tiene intención de reunirse con Zelenski salvo para negociar la rendición.

Mientras, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, rechazó esta semana garantías colectivas que excluyan a Rusia y no aseguren la neutralidad ucraniana sin presencia de tropas occidentales.

Los únicos obstáculos potenciales para Rusia serían una posible recesión y los aranceles a los importadores de petróleo: China e India. Aunque India aplicará un arancel del 50 % el 27 de agosto, continúa contratando nuevos cargamentos, y China ha aumentado sus compras de crudo ruso.

La economía rusa se encuentra al borde de la recesión, con un déficit presupuestario que supera el 2 % del PIB y un crecimiento de apenas 1,2 % en el primer semestre, frente al 4,3% en 2024. Solo el sector militar sigue mostrando crecimiento, lo que aumenta el riesgo de descontento popular con la guerra.

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