El Zaragoza venció este miércoles por 2-0 al Mirandés y dejó buenas sensaciones en un partido en el que sus aficionados vieron por primera vez a su equipo en la que será su casa durante las dos próximas temporadas, el Estadio Ibercaja.

El duelo, además, dio buenas pistas de cómo quiere Gabi Fernández que juegue su equipo.

El Real Zaragoza pisó por segunda vez en su historia el césped del Estadio Ibercaja, pero su hinchada estrenó el campo modular que acogerá los partidos del equipo hasta que culminen las obras de la Nueva Romareda.

Esta vez, además, lo hizo ante un rival de calado y con público, después de que en el primer encuentro disputado el sábado en el nuevo hogar blanquillo venciera a puerta cerrada y con comodidad por 6-0 al Deportivo Aragón.

En este primer test serio, los de Gabi mostraron un fútbol ordenado y poderío físico, en un encuentro que ganaron con claridad ante 8.271 espectadores.

El entrenador madrileño no se movió de su 4-4-2, con Bakis y Dani Gómez de inicio como referencia ofensiva y un once que incluyó a dos de las nuevas caras del equipo, Moyano y Tachi, este último ex del Mirandés.

Se quedó fuera de la convocatoria el nuevo fichaje zaragocista, Radovanovic, quien tampoco estuvo en el estreno a puerta cerrada del estadio ante el Deportivo Aragón.

El partido comenzó con un Zaragoza dominante que en el minuto 3 puso a prueba el temple de Juanpa con un disparo ajustado de Francho que exigió la estirada del arquero y su inicio prometedor se concretó con un gol en el minuto 15 de Dani Gómez, que, a pase de Guti, batió la meta rival con un misil de precisión desde un vértice del área.

El Mirandés no lo pasó bien en los primeros compases del duelo y su primer disparo no llegó hasta el minuto 18. Fue un tiro alto y sin peligro de Isaac.

El resto de la primera parte se desarrolló con dominio local y una sensación de peligro que no se terminaba de materializar, incluido un disparo a un poste de Aketxe poco antes del descanso.

El segundo tiempo comenzó con dominio del Mirandés ante un Zaragoza que se proponía golpear a la contra.

Así discurrió el partido hasta que en el minuto 60 Gabi decidió dar entrada a ocho jugadores, Bazdar, Pau Sans, Toni Moya, Keidi Bare, Calero, Gori, Carrillo y Cuenca, que se sumaban a los dos que entraron de refresco en el inicio de la segunda parte, Borge y Soberón.

A partir de ese momento hubo ocasiones de gol en ambas áreas, hasta que en el minuto 80 Soberón batió con finura al meta rojillo tras una excelente combinación con Pau Sans.

Con el 2-0 en el marcador, el Zaragoza se sintió más libre y monopolizó unos últimos minutos en los que el Mirandés mantuvo el tipo hasta el pitido final.