La reciente restauración de la imagen de la Esperanza Macarena de Sevilla ha generado un aluvión de quejas por parte de numerosos hermanos y devotos, tanto en redes sociales como en la propia basílica. El motivo principal de la polémica han sido las pestañas añadidas durante la intervención, que, según muchos, "cambiaban por completo su mirada".
Los comentarios críticos se han multiplicado en plataformas digitales, pero también se han vivido momentos de gran tensión en el interior del templo, ubicado en el popular barrio de La Macarena. Algunas personas llegaron incluso a llorar al contemplar el nuevo aspecto de la Virgen, visiblemente afectadas por el cambio estético, según han informadofuentes cercanas a la hermandad.
La restauración, que se llevó a cabo en tan solo una semana, fue encargada al reconocido taller sevillano de Arquillo, uno de los más prestigiosos en el ámbito cofrade. La hermandad lo contactó de urgencia tras percibir el desacierto provocado por las nuevas pestañas.
Como medida inmediata, se decidió cerrar la basílica a las 13:00 horas, una hora antes de lo habitual, para realizar 'retoques rápidos' en la imagen. Las puertas se reabrieron a las 18:00 horas, coincidiendo con el horario vespertino habitual de los sábados.
En un comunicado difundido esa misma tarde, la hermandad informó que la imagen "ha sido repuesta al culto tras corregirse un efecto indeseado provocado por las pestañas sustituidas durante la intervención".
"La Hermandad comprende y comparte la preocupación de hermanos y devotos. Por ello, ha actuado con la mayor diligencia posible y guiada por criterios técnicos para subsanar esta alteración estética no deseada", señala el comunicado, en el que también se piden disculpas a los fieles.
Además, la nota reafirma que el compromiso de la Hermandad "ha sido, es y será siempre preservar en las mejores condiciones posibles el mayor patrimonio que poseen los macarenos: sus sagradas imágenes titulares, y en especial, la Santísima Virgen de la Esperanza".