La nueva Corte de Honor que representará a la ciudad ha sido elegida entre 72 candidatas en una Gala que se ha celebrado en el Teatro Principal.
El encuentro del Resucitado y la Virgen de la Alegría emociona a Burgos
Tras varios días de lluvia, Burgos celebra el domingo de resurrección
Esta vez el cielo se abrió y permitió que la luz venciera a la lluvia. Tras un 2024 marcado por el mal tiempo, este Domingo de Resurrección la ciudad de Burgos recuperó con alegría la procesión del Anuncio Pascual. Cientos de fieles se congregaron en la Plaza de Santa María para celebrar, con júbilo y devoción, la Resurrección de Cristo.
La jornada arrancó temprano. A las 10:30 de la mañana, la imagen del Cristo Resucitado salía de la parroquia de la Sagrada Familia, iniciando un recorrido que lo llevaría por la calle Concordia, la plaza Alonso Martínez y la céntrica Laín Calvo, hasta desembocar en la emblemática plaza del Rey San Fernando y, finalmente, entrar en la Catedral por Nuño Rasura y Santa Águeda. Allí esperaba la solemne eucaristía presidida por el arzobispo Mario Iceta.
Al mismo tiempo, la Virgen de la Alegría era homenajeada en la iglesia de San Nicolás de Bari. Tras la misa, su paso recorría también las calles de la ciudad, hasta encontrarse con su Hijo en una de las imágenes más emotivas de toda la Semana Santa burgalesa.
El esperado encuentro tuvo lugar a las 13:15 en la Plaza de Santa María. Las campanas de la Catedral repicaban con fuerza, mientras el Cristo salía del templo entre una lluvia de pétalos y el tintinear de las campanillas que portaban los niños. La plaza, repleta desde primera hora, estalló en aplausos y vítores.
El acto, profundamente simbólico, fue acompañado por bailes tradicionales. Grupos de danzas dedicaron jotas a María y Jesús, y los más pequeños de la Banda Infantil de Tambores pusieron la nota musical a una mañana cargada de emoción.
Tras el intercambio de ofrendas entre ambas cofradías y el saludo del arzobispo, la comitiva continuó hasta la Plaza del Rey San Fernando. Allí, con un segundo y último encuentro, se puso el broche final a una Semana Santa que, pese al frío y la inestabilidad meteorológica, ha estado repleta de fervor, tradición y esperanza.
Tras varios días de lluvia, Burgos celebra el domingo de resurrección
La Cofradía decide no salir por el mal tiempo y convierte el templo de Santa Águeda en un espacio de fe y emoción compartida.
La lluvia impide la salida de la procesión, pero no apaga la fuerza simbólica del fuego y la luz como signo de esperanza en el Sábado Santo.