La fábrica de Palacios en Mudrián suspendió inmediatamente la producción de tortillas y retiró de los lineales de los supermercados las existencias, de forma voluntaria y por precaución.

A partir de entonces, toda la línea de producción de la factoría segoviana se ha sometido a siete análisis diferentes, incluidos los últimos test oficiales, realizados por la administración alimentaria. En ninguno de todos los análisis se ha detectado ni la bacteria Clostridium botulinum ni la toxina botulímica. No se ha podido establecer ninguna relación científica entre las tortillas de Palacios y los siete casos de botulismo.

Este resultado ha confirmado que los procesos de producción y comercialización de Palacios guardan toda la seguridad que exige la legislación alimentaria, aunque el grupo ha insistido a los consumidores en seguir las pautas, consejos, recomendaciones de uso de de conservación de las tortillas que se especifican en los envases.

Para aumentar aún más la tranquilidad de los consumidores, el Grupo Palacios ha expresado que seguirá realizando análisis de control periódicos (aumentando los que ya se realizan de forma protocolaria) y estudiando las mejoras de procedimientos para aumentar la calidad y la seguridad de sus productos.

Mientras tanto, la normalidad ha regresado a la fábrica de Mudrián y a los puestos de venta de un producto que, en esta época del año, tiene especial atractivo para las comidas informales al aire libre.