El FC Barcelona venció (3-0) este domingo al Sevilla en la jornada 20 de LaLiga Santander celebrada en el Spotify Camp Nou, un triunfo importante porque le hace agrandar su colchón en el liderato a 8 puntos con el Real Madrid, y que firmó en la línea de buen juego con los goles de Jordi Alba, Gavi y Raphinha en la segunda parte.

El equipo de Xavi Hernández dio un bocado a la Liga, que quieren conquistar cuatro años después, a costa de un Sevilla que no creyó mucho en sus opciones a pesar de llegar de dos victorias y con cierta reacción a su crisis. Los de Jorge Sampaoli apenas salieron de su campo y no probaron a Ter Stegen, ni una ocasión de gol en gran parte por la presión arriba de los locales.

Después de la derrota por la mañana del Madrid en Mallorca, el botín valía doble para un Barça que tuvo paciencia y una actitud ofensiva hasta encontrar el premio de los goles. Pese a la lesión de Sergio Busquets a los tres minutos, el equipo de Xavi cuajó uno de sus mejores partidos. Gavi, con el '6' en el Camp Nou, Raphinha y Jordi Alba brillaron de manera especial en el líder.

La entrada obligada de Kessie, por el más que posible esguince de 'Busi', no cambió mucho el guion azulgrana, que trató de superar un muro blanco. La película la protagonizó por completo el cuadro local, con posesión total y jugando en campo contrario. A los 15 minutos llegó la tromba de ocasiones del Barça, con Bono victorioso ante Lewandowski y Araujo cabeceando fuera por poco.

Los de Sampaoli asomaron camino al vestuario, al menos salir de su campo, pero sin llegar a probar a Ter Stegen. El técnico argentino metió en la reanudación a un repescado Bryan Gil y a Lamela, pero el Barça tenía claro que no podía relajarse. Los de Xavi insistieron, esta vez con los centros de Jordi Alba.

El veterano lateral y capitán, que asume que esta campaña tiene el puesto muy discutido por Balde, fue el mejor motor culé y terminó siendo estilete también, cuando en el minuto 58 abrió la lata tras un gran pase de Kessie (1-0). El gol fue relajación en buen sentido para el Barça, que soltó una maquinaria que se empieza a gustar viendo que funciona.

El Sevilla, con Jordán tratando de descifrar las órdenes de Sampaoli en un papel, se pensó el cambio de dibujo y, entre ir adelante o hacia atrás, el Barça encontró los huecos fácilmente. Raphinha corrió al desmarque para dar el 2-0 a Gavi y el propio brasileño anotó también en boca de gol una asistencia de Alba.

Ocampos tuvo el único remate a puerta visitante en un cabezazo a las manos del portero, ya en los últimos minutos, pero la fiesta en el Camp Nou pudo ser mayor. Le faltó el gol a Lewandowski, aunque no le hizo falta el pichichi, ni quizá su mejor hombre como es un Dembélé lesionado, a un líder que no despista su marcha triunfal, sin perder en Liga desde el Clásico de octubre.