En caída libre. El Burgos C.F. sucumbió ante una U.D. Logroñes mucho mejor plantada en el campo y con las ideas más claras y se complica de manera clara sus opciones de estar en el playoff de ascenso. Los blanquinegros fueron inferiores a los riojanos, que pudieron lograr un resultado mucho más abultado, y solo un balón al travesaño de Adrián Cruz fue lo más cerca que estuvieron de empatar. 

El conjunto dirigido por Patxi Salinas estuvo fuera del encuentro desde los primeros minutos. La igualdad inicial solo duró un cuarto de hora, cuando una jugada ensayada provocó que Arnedo adelantara a los suyos con un buen remate. Lejos de reaccionar, los locales se mostraron muy sólidos y aprovechaban cualquier error en las combinaciones burgalesas para salir con peligro a la contra. 

De hecho, Rayco pudo ampliar la renta del Logroñés, pero su tanto fue anulado por fuera de juego. El Burgos solo creaba peligro por las bandas, pero las jugadas se perdían en centros que no iban a ninguna parte. Lo más peligroso fue una internada de Adrián Hernández que terminó en falta de Caneda y cuya ejecución terminó con una doble ocasión de Cruz y Sergio Esteban que resolvió el guardameta rojiblanco. 

Tras la reanudación, el equipo riojano pudo ampliar su renta en dos ocasiones. Primero fue Ñoño el que se plantó ante Saizar y el portero burgalesista resolvió magistralmente el mano a mano. El peligro no terminó ahí y la UDL marcó un nuevo tanto que el línea anuló por fuera de juego. El trabajo para la zaga burgalesa continuó durante los siguientes compases hasta que una falta cometida sobre David Martín pudo cambiar el sino del encuentro. Fue Cruz quien lanzó el libre directo y la pelota se estrelló en el travesaño. 

Fue lo más peligroso de un Burgos que nuevamente se desinfló hasta que un nuevo fallo en defensa provocó que Ñoño marcara el 2-0 y dejara el partido sentenciado en el 73. Salinas introdujo a Íker y Ramón Blázquez, pero solo sirvió para hacer el mismo juego predecible e inefectivo, por lo que el luminoso no se movió hasta el final. 

La derrota deja a los blanquinegros con 37 puntos anclados en la novena posición y la sensación de que el playoff, que ahora está a cuatro puntos, está cada vez más lejos. La próxima semana, el Burgos se verá las caras contra otro rival directo, la Real Sociedad B, en un encuentro en el que solo vale la victoria.