El escultor Antonio López defendió este viernes que las nuevas puertas de bronce creadas para la fachada principal de la Catedral de Burgos deben instalarse en el lugar para el que fueron concebidas: el acceso principal del templo. Durante una conversación pública celebrada en la Capilla de los Condestables, el artista expresó que el conjunto fue diseñado para ser contemplado desde la calle y no como una pieza museística.

López explicó que el encargo ha supuesto un proceso complejo que le ha ocupado seis años de trabajo continuo, desde los primeros bocetos hasta la fundición definitiva. Reconoció que nunca se había enfrentado a un proyecto de semejante escala y destacó la labor conjunta del equipo artístico-técnico dirigido por Consuelo de la Cuadra, cuyo apoyo resultó esencial para afrontar cada fase del proceso creativo.

El escultor repasó la evolución de la obra, que combinó modelos en barro, ampliaciones en 3D y la técnica tradicional de cera perdida para la fundición en bronce. Describió el conjunto como un "Jardín" o "patio sagrado" en el que conviven diferentes figuras bíblicas, entre ellas la Virgen, Dios Padre, Adán y Eva y el Niño Jesús, que dan sentido narrativo a las tres puertas.

En cuanto a la simbología, la puerta dedicada a la Virgen María aspira a transmitir un carácter solemne y una gran fuerza artística, mientras que la del Niño Jesús recoge una visión más cercana y humana, inspirada en escenas familiares cotidianas. La pieza central, dedicada a Dios Padre, se plantea como la más imponente del conjunto y se nutre de referencias a textos bíblicos como el Cantar de los Cantares.

Sobre su instalación en la fachada, López se mostró convencido de que su emplazamiento natural es la Catedral, ya que fueron creadas para dialogar con la arquitectura gótica y con el espacio urbano que la rodea. Insistió además en que la valoración final dependerá del público, que podrá contemplarlas de cerca a partir de este sábado. Según indicó, cada visitante elaborará su propia lectura, pues el arte y la experiencia religiosa suscitan apreciaciones individuales.