España, de cabeza al Mundial

Un doblete de Mikel Merino catapulta a España ante Bulgaria en Valladolid (4-0) permitiendo a los de Luis de la Fuente acariciar la cita mundialista del año 2026

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España, de cabeza al Mundial
Mikel Merino celebra uno de los dos goles anotados en Valladolid. Sergio Borja.
El autor esAlejandro De Grado Viña
Alejandro De Grado Viña
Lectura estimada: 3 min.
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España derrotó (4-0) sin mayores dificultades a Bulgaria en el Estadio José Zorrilla. Tras la última visita, en la que se recuerda aún la desafortunada lesión de Gavi, se merecía Valladolid vivir un partido tranquilo, con goles, y con espectáculo, a pesar de que Luis de la Fuente solo disponía de la Unidad B e, incluso, C al arrastrar varias bajas importantes, entre ella la de su estrella: Lamine Yamal. La victoria de España deja a la selección con pie y medio en el Mundial del año 2026, donde llegará como una de las favoritas para levantar el trofeo.

ESPECTÁCULO CON PEDRI COMO PROTAGONISTA

España empezó el partido como si fuera una final. Sí, parece exagerado al leerlo, pero la intensidad de los de Luis de la Fuente va más allá de un encuentro de tres puntos, que es lo que estaba, realmente, en juego. A eso se suma que la Selección Española juega al fútbol como nadie. Triangula, enlaza acciones de memoria y, encima, llega fácil a la portería contraria.

Nadie dudaba del estilo de juego de España, porque da igual la unidad A que la B, pero siempre viene bien que todos cuenten con minutos de cara a otros futuros compromisos y más... con el lío montado entre el FC Barcelona y la Real Federación Española de Fútbol. Con esos alicientes y sin más preámbulos, los de Luis de la Fuente se vistieron de gala para intentar abrir el marcador cuanto antes porque su rival iba a aguantar... hasta que las fuerzas se lo negaran.

Es más, la calidad diferencial de Merino, Pedri y Baena desatascaba cualquier intentona ofensiva. De hecho, Samu Orodion tuvo varias ocasiones para adelantar a España fruto de las genialidades de los jugadores que llegaban desde la segunda línea, todos ellos liderados por el que lleva el dorsal '20'. Un canario apellidado González que no se cansa de regalar buenos momentos a los amantes del fútbol allá donde va.

Estaba tardando España en decantar la balanza hasta que una jugada, similar a lo que pasó ante Georgia, permitió a la selección llegar al descanso por delante. Un centro, de nuevo, de Pedri, tocado por su barita, le llegó a la cabeza de Le Normand que solo tuvo que cedérsela a Merino para que este fulminara a Svetoslav Velislavov (1-0). Los de Luis de la Fuente encararon la recta final con una merecida, pero ajustada victoria, dejando a Valladolid con un buen sabor de boca.

SENTENCIA EN LA REANUDACIÓN

Los de Luis de la Fuente regresaron al césped del José Zorrilla con la misma intensidad, pero con una novedad: el técnico se cargó a Samu Orodion al descanso. En su lugar, entró un Borja Iglesias revolucionado que tuvo tres ocasiones en menos de 10 minutos. Alguna muy clara. Entre que unos no acertaban y otros que estaban pecando de ambición, fue Mikel Merino, de nuevo, el que superara a Velislavov. El '6' cabeceó a la red (2-0) un buen centro de Grimaldo, que apenas estaba teniendo protagonismo.

El segundo tanto dio una cierta tranquilidad a la Selección Española que, poco a poco, fue asumiendo un rol más secundario. Es decir, bajó el ritmo porque tampoco veía necesario dar una marcha más y tuvo más la pelota para dormir el encuentro. Aun así, la inercia de querer que Valladolid siguiera festejando goles mantuvo en alerta al combinado nacional que, sin hacer un gran esfuerzo, metió el tercer tanto del partido. Atanas Chernev, en su intento de despejar el balón, se metió el mismo en su propia portería (3-0) tras un buen centro de Yéremy Pino

La comodidad del marcador permitió a España darle el balón a Bulgaria, que tuvo alguna ocasión entre algún gol local, pero no acertó con los acercamientos que generó en el tramo final del partido. La selección de Aleksandar Dimitrov, que sumó su segundo encuentro con los suyos desde cogió las riendas del equipo en Valladolid, se mantiene colista del grupo con el casillero de puntos sin estrenar. El último tanto fue de Oyarzabal, que no falló desde los once metros (4-0).

Los últimos minutos certificaron lo que ya se había visto: la superioridad de España que acabó en una fiesta teñida de rojo y blanquivioleta para, por un lado, mantener los buenos resultados de la selección en Valladolid; y por otro, acariciar la cita mundialista del año 2026... a la que ya va de cabeza.

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