Un misterio que ha alimentado libros, documentales y expediciones fallidas durante décadas podría estar a punto de resolverse. Una agrupación de investigadores polacos, bajo el nombre 'Złoty Pociąg 2025' (Tren de Oro 2025), asegura haber localizado "con un 100 % de certeza" el legendario tren del Oro nazi, supuestamente cargado con tesoros saqueados durante la Segunda Guerra Mundial y oculto en los últimos días del Tercer Reich en algún punto del sur de Polonia.

Según comunicaron a través de sus redes sociales, los tres investigadores -que por ahora mantienen su anonimato-, han entregado pruebas al Ayuntamiento de Wałbrzych, en la región de Baja Silesia, con la ubicación exacta de un túnel no explorado en más de 80 años, donde afirman haber detectado tres vagones de grandes dimensiones mediante tecnología de radar de penetración terrestre.

Las imágenes obtenidas muestran estructuras metálicas de aproximadamente 12 metros de largo, cuatro de ancho y cuatro de alto, protegidas por lo que describen como una puerta de acero corredera, oculta bajo capas de tierra y vegetación. Para los investigadores, las dimensiones y la complejidad del ocultamiento descartan que se trate de simples vagones mineros, apoyando la teoría de que el tren transportaba objetos de gran valor.

Además del respaldo técnico, el grupo cita el testimonio póstumo de un hombre que fue obligado a trabajar en Wałbrzych durante la guerra y que relató la llegada y desaparición de un convoy alemán en esa zona.

LA LEYENDA QUE NO MUERE

La historia del Tren del Oro nació al calor del caos del final de la guerra. A finales de 1944, los nazis, al ver inminente la derrota, comenzaron a trasladar obras de arte, lingotes de oro y objetos de valor desde Breslavia (actual Wrocław) hacia zonas más seguras. Uno de estos trenes habría partido hacia Waldenburg (hoy Wałbrzych) y nunca más fue visto.

Desde entonces, se ha especulado sobre su paradero: túneles ocultos cerca del castillo de Książ, minas de carbón abandonadas o incluso el complejo subterráneo Riese, construido por el régimen nazi con mano de obra forzada. Se ha llegado a decir que entre los tesoros del convoy podrían estar incluso los paneles de la legendaria Cámara de Ámbar, una obra maestra del arte barroco saqueada del palacio de Catalina la Grande en San Petersburgo.

A pesar del entusiasmo, las trabas burocráticas podrían frenar la exploración. La zona donde supuestamente se encuentra el túnel está dentro de un bosque protegido, lo que obliga a obtener autorizaciones de la Administración Forestal y del conservador de monumentos regional. Por ahora, solo se ha aprobado una primera fase superficial, que incluye la utilización de detectores de metales y excavaciones manuales de hasta 50 centímetros.

Las solicitudes para trabajos más invasivos, como la tala de árboles, perforaciones y uso de cámaras subterráneas, han sido denegadas por el momento. Obtener esas autorizaciones podría tardar años.

ESPERANZA O ESPEJISMO

No es la primera vez que se anuncia el hallazgo del tren nazi. En 2015, otra supuesta localización generó titulares internacionales, pero resultó ser un error. Aun así, la leyenda persiste, impulsada por la escasez de pruebas concluyentes y el aura de misterio que envuelve los últimos días del régimen nazi.

Pero esta vez, los impulsores del proyecto 'Złoty Pociąg 2025' aseguran haber cruzado el umbral de la especulación: "Hemos comprobado todos los datos posibles. No hay margen de error", afirman. Si logran avanzar, su hallazgo podría convertirse en uno de los descubrimientos arqueológicos más asombrosos del siglo XXI.

La historia, sin duda, merece un desenlace, aunque por ahora, el legendario tren sigue envuelto entre las raíces del bosque y el humo de la historia no resuelta.