La fe y el papel de la Iglesia, a reflexión entre el arzobispo Mario Iceta y el escritor Javier Cercas

La 49ª Feria del Libro de Burgos abre sus puertas con un encuentro único entre Mario Iceta y el autor de ‘El loco de Dios en el fin del mundo’

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La fe y el papel de la Iglesia, a reflexión entre el arzobispo Mario Iceta y el escritor Javier Cercas
El autor esVerónica Fernández Ramos
Verónica Fernández Ramos
Lectura estimada: 3 min.

El Teatro Principal ha acogido este viernes el acto inaugural de la 49.ª Feria del Libro de Burgos, que ha tenido como protagonistas a Mons. Mario Iceta Gavicagogeascoa, arzobispo de Burgos, y al escritor Javier Cercas, que se ha autodefinido al comienzo de la cita como "ateo" y "anticlerical". El encuentro, organizado por los libreros de la ciudad, ha sido un ejercicio de diálogo entre dos visiones del mundo aparentemente contrapuestas, unidas por una conversación profunda y abierta sobre la vida, la muerte, el cristianismo y el legado del papa Francisco.

Ante un auditorio lleno, Cercas ha presentado su último libro, El loco de Dios en el fin del mundo, una obra que gira en torno a la figura del papa Francisco y a la idea de la vida eterna. A pesar de declararse ateo y anticlerical, ha reconocido que la inspiración para este libro proviene de la fe de su madre, "seriamente creyente", y de un viaje a Mongolia en el que el propio pontífice respondió a sus preguntas con una afirmación que le resultó "sorprendente e inevitable".

"El cristianismo es una religión contracultural", ha asegurado el escritor, quien ha reconocido que ésta era la primera vez que conversaba con un miembro de la Iglesia católica en España. A su lado, Mons. Iceta ha respondido con la convicción de que "la eternidad empieza aquí", subrayando que "nosotros miramos a la eternidad porque sino la vida sería tremendamente triste".

El lenguaje de la Iglesia y su lugar en el mundo

La figura de Francisco ha ocupado buena parte del diálogo, moderado por el agitador cultural José María Yudego. Cercas lo ha definido como un papa "revolucionario y disruptivo", que no ha cambiado la doctrina, pero sí ha emprendido el camino de "volver al cristianismo primitivo". A su juicio, Cristo fue un personaje "peligroso" y "subversivo", lo que le llevó a morir en la cruz, y ese es el espíritu que la Iglesia ha intentado recuperar desde el Concilio Vaticano II.

Mons. Iceta ha coincidido en que "volver a la raíz es la gran tarea de la Iglesia", un camino que implica conversión personal y comunitaria y, cuestionado por la pobreza, ha insistido en que hay muchas formas de pobreza: "Hay personas con bienes materiales pero con una enorme pobreza de misericordia, de perdón, de compañía, de familia… y eso me parece una pobreza sangrante".

En el tramo final de la conversación, Cercas ha planteado al arzobispo algunas de las críticas que suele dirigir a la Iglesia, en particular sobre su forma de comunicarse: "Tiene un lenguaje viejo, oxidado, poco interesante, almibarado y nada fresco ni atractivo". También ha advertido de una contradicción: "La Iglesia no tiene poder político real, pero su discurso queda opacado por el político".

Mons. Iceta ha reconocido estas dificultades y ha recordado que "la Iglesia no se identifica con ningún partido político". En ese sentido, ha defendido que su papel no es ejercer el poder, sino servir a la sociedad desde el Evangelio, con un mensaje que no busca imponerse, sino proponer caminos de justicia y reconciliación.

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