La heredera apeló a "volver", a "los básicos" que sostienen cualquier sociedad democrática: el respeto, la educación y la empatía hacia los más vulnerables
Tamara Falcó e Íñigo Onieva, de cena romántica
Su primera 'cita' pública desde su reconciliación
Tras confirmar su reconciliación a principios de año y declararse públicamente a través de sus redes sociales desde el Polo Norte, Tamara Falcó e Íñigo Onieva han decidido darle normalidad a su relación; y, después de varias semanas viéndose en el interior de la casa de Isabel Preysler para disfrutar de su amor alejados de las cámaras que siguen cada uno de sus pasos, ¡por fin se han dejado ver juntos!
Se trata de las primeras imágenes de la marquesa de Griñón y su novio desde que regresaron de su escapada romántica a Laponia hace justo una semana; y el plan que han elegido para su reaparición en pareja no ha sido otro que conocer un restaurante asiático fusión situado en el norte de la capital, donde como Íñigo ha compartido a través de diferentes stories publicados en Instagram, han degustado exquisiteces como nigiris de migas con huevo de codorniz, gyozas de callos o temakis de mollejas.
Su primera 'cita' pública desde su reconciliación comenzaba a última hora de la tarde, cuando el empresario llegaba en su moto a la mansión de Isabel Preysler para recoger a su prometida. Ya en una furgoneta, ambos se dirigían juntos al local, donde les veíamos entrar por separado.
En primer lugar, un Íñigo algo nervioso por la presencia de las cámaras, y a continuación una Tamara radiante que, sin embargo, dejaba en el aire cómo avanzan los preparativos de su boda, que podría celebrarse este mes de junio.
Siempre impecable, la socialité ha apostado por un total look black para su cena romántica con el ingeniero; pantalones fluidos de terciopelo, un sencillo suéter de punto, zapatos de punta redonda y tacón cómodo y un abrigo de paño estilo batín, muy similar al que horas antes había lucido la Reina Letizia en color cámel en su vuelta al trabajo tras el funeral de Constantino de Grecia.
Tras varias horas en el interior del restaurante, la pareja abandonaba el lugar con una gran sonrisa para poner rumbo al domicilio de la 'reina de corazones'.
La princesa optó por un vestido berenjena de inspiración clásica, la reina por un diseño negro con transparencias y la infanta Sofía por un modelo burdeos
La empresa de transportes lo olvidó empaquetado en el portal del edificio donde tenía que recogerlo y una vecina se lo llevó a su casa, pero no llegó a abrirlo
Una ciudad flotante que no duerme, o duerme por turnos, y en la que conviven los más variados perfiles y oficios








