En la cabeza del alcalde, de los vecinos de San Cristóbal y de clubes deportivos de la ciudad que juegan y entrenan cada semana en el Campo José Manuel Sedano hay muchas ideas para sustituir el velódromo anexo por otra instalación. Su pésimo estado, su mala construcción y su nula utilización a lo largo de los años hacen que nadie se plantee mantener este recinto con su uso original. Salvo Ciudadanos. 

El concejal de la formación naranja, Jesús Ortego ha planteado este miércoles mantener esta instalación y rehabilitarla para que sea utilizada por los amantes al ciclismo y por otros colectivos de la ciudad de todo tipo y condición, desde peregrinos a empresarios. Cualquiera con tal de "salvar", como ha expresado el edil, este velódromo. 

Por eso, plantean que colectivos interesados en mantener esta instalación como velódromo, así como otros agentes protagonistas como el Ayuntamiento de Burgos, la Diputación o la Junta de Castilla y León, participen en un concurso de ideas para que, en el plazo de un mes, se tengan sobre la mesa las primeras propuestas. 

Esas iniciativas deberían, en opinión de Ortego, plantear una serie de alternativas para dotar de un uso deportivo, concretamente ciclista, a la instalación, al tiempo que podrían albergar otro tipo de espacios como un Museo de la Bicicleta, lugares de reunión para clubes, un Centro de Alto Rendimiento, espacios para emprendedores... 

Todo ello, ha resaltado el edil 'naranja', para evitar que "el velódromo sea demolido y termine reconvertido en alguna idea peregrina", haciendo referencia a propuestas como la construcción de un campo de fútbol o una huerta que utilizarían los vecinos de la zona. A partir de ahi, libertad absoluta para todo aquel que quiera aportar su idea al Ayuntamiento sobre cómo se debería complementar a esta instalación ciclista. 

Obviamente, desde Ciudadanos no han realizado un cálculo estimado de lo que podría costar rehabilitar dicha instalación porque, ha señalado, "eso lo marcará las necesidades que planteen las propuestas". Ahora tocará esperar si a algún colectivo o ciudadano se le ocurre cómo salvar un velódromo al que nunca se llegó a dar auténtico uso.