La Audiencia Provincial de Burgos recibirá en los próximos días las diligencias remitidas por el Juzgado de Instrucción número 3 para enjuiciar la muerte violenta de Sergio Delgado, el joven vallisoletano de 32 años que falleció la madrugada del 24 de febrero de 2024 tras recibir un puñetazo en la plaza Huerto del Rey, en la zona de Las Llanas.

El caso se encuentra ya en su recta final tras la presentación de los escritos de calificación por parte de las partes implicadas, lo que permitirá celebrar en breve la vista oral con jurado popular, según señala Ical.

El Ministerio Fiscal considera que hubo dolo o intencionalidad en la agresión y califica los hechos como homicidio, solicitando una pena de 12 años de prisión para el acusado, J.L.N.I., de 25 años. Por su parte, la familia de la víctima sostiene que se trató de un asesinato y pide 20 años de cárcel.

Ambas acusaciones coinciden en gran medida en la reconstrucción de los hechos. Sergio Delgado, diseñador gráfico afincado en Madrid, se encontraba en Burgos celebrando una despedida de soltero con cuatro amigos. Tras pasar parte de la noche en el pub Madame Kalalu, tres de sus acompañantes se retiraron, y él se quedó con otro amigo.

Fue entonces cuando se cruzaron con un grupo de jóvenes, entre ellos el acusado. En el transcurso de una conversación, J.L.N.I. le preguntó a Delgado si era de "Pucela" y, al recibir una respuesta afirmativa, le propinó un puñetazo en la cara que lo hizo caer violentamente al suelo, causándole la muerte casi inmediata.

El golpe le provocó una contusión nasal y un impacto en la parte posterior de la cabeza, lo que le generó un traumatismo craneoencefálico severo, con edema cerebral y microhemorragias en el tronco del encéfalo. Estas lesiones derivaron en una parada cardiorrespiratoria.

Inicialmente, la Policía Nacional no trató el caso como homicidio, al creer que se trataba de una caída accidental. Sin embargo, la autopsia reveló la verdadera causa del fallecimiento y, tras revisar cámaras de seguridad e interrogar a testigos, el agresor fue identificado y detenido. Ingresó en prisión preventiva dos días después, donde continúa a la espera de juicio.

Durante la instrucción se descubrió que J.L.N.I. tenía conocimientos de Muay Thai, arte marcial que practicaba en un gimnasio de Burgos. Este dato es clave para la Fiscalía, que considera que el acusado debía ser plenamente consciente del daño potencial que podía causar con su golpe, lo que refuerza la existencia de dolo.

El juicio marcará el desenlace de un caso que conmocionó a la sociedad burgalesa y vallisoletana, y que ahora será valorado por un jurado popular.