En un lugar tan especial y simbólico como el aula Francisco Salinas de la Universidad de Salamanca el relato de un acontecimiento histórico y único como el accidente aéreo de Los Andes desde dos puntos de vista, el de uno de los supervivientes y el de un testigo desde fuera. Eduardo Strauch, que viajaba en el avión estrellado, y Pablo Vierci, amigo que vivió aquel accidente sin noticias y junto a los familiares. 'Las charlas de la Sociedad de la Nieve' en Salamanca que escuchó en un silencio emocionado, un silencio tan importante y relevante como el que los supervivientes compartieron en la montaña.

Testigos de sus palabras todos los que ocupaban cada uno de los asientos de ese aula, repleta y en silencio casi con cierta consternación cuando Strauch hablaba sobre los primeros días tras el accidente cuando lo peor "y más desesperante era la sed. Las primeras noches no se pueden olvidar". Una historia que "trasciende la peripecia", relataba Vierci a lo largo de la charla cuando hablaba del guión de la película 'La sociedad de la nieve'.

Por delante, y no lo sabían los supervivientes, tenían 70 días más, y la única opción de sobrevivir pasó por nutrirse con la proteína que pudieron recabar de los cadáveres. "Fue una de las decisiones más fáciles y difíciles de mi vida. Vencer el tabú cultural fue un esfuerzo mental muy fuerte", reconocía Strauch que abordaba rápidamente el asunto consciente de que para muchos es la primera gran duda que surge.

Silencio absoluto entre los casi 200 asistentes en la charla organizada por TRIBUNA Grupo, con su presidente y CEO Juan Antonio Martín Mesonero y su consejero José Luis Martín Aguado al frente. También presentes representantes de los patrocinadores que han facilitado estas charlas -BCD Travel, Aspacia, Denominacion Origen Rueda, Limcasa, Avanza, CEOE y Universidad de Salamanca-, representantes municipales como la concejala Miryam Rodríguez, instituciones, público en general, todos conectados por una historia entre la vida y la muerte.

Strauch reconoció que la película 'Live' "no me gustó, creo que a ninguno. Tiene el valor de haber difundido la historia pero nunca me gustó" y siempre esperó que otra persona se pusiera al frente de un proyecto y calificó a la película de J. Bayona como "fantástica". De hecho aseguró que después de ver la película "fue la única vez en la que todos estuvimos de acuerdo", refiriéndose a los supervivientes.

"Nunca pensé que fui elegido, nunca me he hecho la pregunta por qué yo. Salí conociendo más de mi mismo y del ser humano y lo traté de aplicar. Aprendí la capacidad que tenemos, aprendí a ser feliz, de las pocas cosas importantes que hay en la vida y me sacudí el polvillo de la civilización, no ha sido automático, lo he ido procesando con el tiempo", comentaba Strauch como reflexión con los años y desveló que trece los supervivientes volvieron juntos al lugar del accidente y allí pasaron una noche.

Ambos respondieron a las preguntas y curiosidades de alguno de los presentes, alguno verdaderamente 'amante' de la historia que preguntaba sobre el papel de los Strauch. "Para nosotros fue importantísmo, acabamos siendo un liderazgo de a tres y los chicos tuvieron confianza y creo que fue importante para nosotros y 'La sociedad de la nieve'".

"Convicción y honestidad", esas dos fueron las claves según señaló Pablo Vierci para que la película se pudiera hacer en español porque había que superar el prejuicio del idioma y que una plataforma tan internacional como Netflix apostara por el proyecto. Aseguraba que en inglés tenían las puertas abiertas mientras que en español todo se limita a un presupuesto que para un proyecto así necesitaba un más uno.  Esa honestidad de creer que debía relatarse en español y la convicción de seguir adelante fueron clave.

¿Cómo es el proceso mental, cómo se convive con el concepto de la muerte? Se le preguntaba a Strauch. "Para mí cambió el concepto de la muerte totalmente porque convivíamos con ella. En la avalancha pensé que estaba muerto y cambió el concepto de la muerte y de la vida"

Vierci también hablaba sobre cómo vivió esos días, reconociendo que como uruguayo tiraba de optimismo y pragmatismo bajo la idea de que estuvieran donde estuvieran sus amigos "algo están haciendo y lo vivi en el limbo. Cuando ellos aparecen la sensación que yo tenía es que estaban como en una burbuja. Cuando aparecen Nando y Roberto se rompe el limbo, se rompe el limbo con la carta de Nando en la que hay un accidente y hay vivos y hay muertos", resumía. 

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