Coches eléctricos en llamas
Últimamente no puedo dejar de pensar en el futuro de la movilidad eléctrica. Me imagino en unos años, abriendo la puerta del garaje de mi edificio, rodeado de coches eléctricos, como si fueran el nuevo sueño de todos. Pero mi tranquilidad se ve empañada por una preocupación inusitada: ¿y si alguno se pone a arder?
Vamos a ver, tenemos que ser realistas. Los coches eléctricos están en auge, lo sabemos. ¡Están por todas partes! Pero lo que no entiendo es por qué hemos avanzado a toda velocidad en ofrecer coches eléctricos, cuando la infraestructura y las medidas de seguridad siguen siendo un mero accesorio de última hora. ¿A quién se le ocurrió pensar que un pequeño accidente no podría desatar una gran catástrofe?
Es como cuando en el metro de Madrid explotó un patinete eléctrico y prohibieron entrar con ellos. Evaluaron los riesgos y, a mi juicio, tomaron una medida acertada. Había mucho más que perder que ganar. No soy experto en incendios, pero imagino que no debe ser agradable ver un coche eléctrico ardiendo con una intensidad comparable a la de una barbacoa mal hecha, ¡y todo en un garaje lleno de coches! Ojalá fuera solo una broma, pero, sinceramente, la probabilidad de que eso ocurra parece ir en aumento.
Algunos, muy optimistas, me dicen que los coches eléctricos explotan menos que los de combustión. ¡Claro, claro! Pero, ¿qué pasará cuando el parqué de vehículos eléctricos en España alcance el 20, 30 o, en el mejor de los casos, el 80%? No podemos simplemente ignorar que, actualmente, solo hay un 6% de vehículos eléctricos en circulación, y hasta ahora no hemos tenido ni tiempo de revisar correctamente cómo los cargadores, las baterías y las conexiones pueden ser peligrosas tras un accidente o contaminantes una vez que estos coches lleguen al fin de su vida útil.
En fin, a lo mejor me estoy anticipando, pero es que el futuro de la movilidad eléctrica no me da confianza. O quizás solo estoy buscando una excusa para quedarme con mi buen y antiguo coche diesel. ¿Qué opináis vosotros? ¿Es el futuro brillante o, más bien, un futuro en llamas? espero que nuestros políticos, independientemente de su ideología, apuesten por un futuro verde, pero seguro para todos.