La antihigiene en Segovia
En el Hospital General de Segovia no funciona correctamente la lavandería. Pero tampoco es algo nuevo. Desde hace años se amenaza sistemáticamente con amortizar las plazas públicas de lavandería y ya se han 'liquidado' puestos de costura. Porque, efectivamente, cuando un uniforme está defectuoso, hay alguien que lo repara: cordones del pantalón, botones de la camiseta, bolsillos descosidos,...
Los servicios sanitarios y sociosanitarios son tan amplios que precisan de múltiples profesiones para funcionar. Quienes tienen el ego más alto, consideran esto algo menor, sin embargo, parafraseando a un filósofo español: "no es cosa menor, es cosa mayor". Porque sin la multitud de profesiones, un servicio 24 horas nunca va a funcionar por muchas vueltas que se le dé.
Probablemente la mayor parte del hospital cree que existe un pozo mágico donde se echan los uniformes y salen limpios y reparados, como el primer día. Otros pensarán que son duendes con poderes sobrenaturales que ejecutan rituales con imposición de manos, quedando limpio y doblado. Sin embargo, la realidad es otra, una realidad altamente preocupante porque el servicio va en declive.
Fuentes de varios sindicatos aseguran que la lavandería lleva ya unos meses con un fallo técnico que ha obligado a externalizar el servicio, a pesar del silencio de la administración al respecto. Desde el Hospital General de Segovia se justifican con que las máquinas son antiguas y no consiguen repararlas fácilmente. Sin embargo, vistas las amenazas sistemáticas de privatizar la parte no sanitaria del área de Segovia, da lugar a pensar que no es solo casualidad y problemas puntuales.
Comisiones Obreras ha sido el sindicato más condenatorio al respecto pidiendo un compromiso de reparación, no solo la justificación vacía y clásica del mes de agosto. De hecho, ya ha habido quejas de que las sábanas no retornan limpias, teniendo que devolverlas a lavandería sin usar. ¿Acaso la empresa privada devolverá el dinero de todo ello? Spoiler: No.
Es conocida la afición a privatizar con alto coste, incluso mayor al coste interno. Por ejemplo, la Gerencia de Emergencias Sanitarias tiene privatizada la lavandería de uniformes, a pesar de que en todas las provincias hay centros sanitarios públicos donde efectuar el servicio, a 'coste cero' y dando valor añadido a las instalaciones públicas.
También se sabe que se contratan taxis y empresas de paquetería para mover material dentro de las provincias de Castilla y León. Desde el fungible hasta las propias sábanas. La clave es que, hasta hace no mucho, un celador recorría la provincia en diferentes rutas haciendo esas labores y con un coste claramente inferior al optimizarlas y no hacer viajes únicos.
Y, por si fuera poco, es conocido por todo el que haya querido interesarse, que el grupo Recoletas tiene subcontratadas actuaciones del sistema público. Tanto es así, que el mismo hospital de Segovia que mantiene una lavandería privada precaria, tiene la radioterapia y parte de las analíticas en el centro privado de este grupo. Y no por necesidad sino por capricho, por falta de inversión y dejadez del antiguo delegado de la Junta en Segovia, actual alcalde.
Parece ser que para los políticos hay dos cosas unidas. Últimamente desaparecen los servicios públicos a la par que los currículums hiperinflados. El ego y la desidia, van de la mano.